En menos de 24 horas se denunciaron actos que exhiben el fraude
electoral de gobernadores priístas y autoridades electorales de sus
estados, coludidas con ellos. El origen ilícito de las grabaciones
telefónicas que desnudan estos delitos apuntan a que la estrategia del
PAN no es ganar en los comicios del 4 de julio, sino anularlos.
Todo empezó en punto de las 9 pm de antier. El presidente Calderón dio
un mensaje sobre seguridad, en cadena nacional de radio y televisión. No
dijo nada que no haya dicho antes. No hubo ningún anuncio que ameritara
la interrupción. Sin embargo, sirvió para que la imagen del jefe del
Ejecutivo apareciera en la todas las teles de México, particularmente en
los 13 estados que tienen elecciones en 17 días.
De esta manera, dio la
vuelta a la instrucción del IFE de retirar los spots de Presidencia,
por considerar que sesgan el voto a favor del PAN. Lo de anoche fue un
spot de 10 minutos con 27 segundos que se vio en toditito el país, a
diferencia de 2007 cuando hubo elecciones locales y las cadenas
nacionales se restringían en los estados con comicios.
La madrugada de ayer Excélsior divulgó en su primera plana grabaciones
telefónicas del gobernador de Veracruz, Fidel Herrera, que demuestran
cómo el mandatario es el verdadero jefe de la campaña del PRI. Los
audios radiografían a un —ya sospechado— mandatario poniendo a
disposición de sus candidatos sus recursos, su “plenitud del pinche
poder”.
A las 9:11 am, en su programa de radio, Carmen Aristegui presentó dos
casos que desacreditan a las autoridades electorales locales en Puebla y
Sinaloa. Unos documentos que ligan al presidente del Instituto Estatal
Electoral poblano, Jorge Sánchez Morales, a una empresa que da asesorías
financieras pagadas por el gobierno de Mario Marín.
Y recordó la
grabación telefónica de la presidenta del Consejo Estatal Electoral
sinaloense, Juliana Araujo Coronel, donde acata la instrucción de
quitarle el emblema a la coalición opositora que encabeza Mario López
Valdez Malova.
A las 13:30, en conferencia de prensa, el dirigente nacional panista,
César Nava, presentó dos grabaciones más que abonan en el fraude de
Fidel Herrera en Veracruz.
Los casos son noticia, por eso fueron destacados en distintos medios.
También hay una clara mano que está detrás de una estrategia de
intervención telefónica ilegal, denuncia de fraude electoral de los
gobernadores y desacreditación por absoluta parcialidad de los
presidentes de los institutos electorales estatales.
El presidente Calderón es el jefe de la campaña panista y lleva meses
concentrado en su máxima prioridad que está en el 4 de julio. Con
espionaje, con César Nava mismo difundiendo grabaciones —a dos días de
que dos consejeros del IFE lo acusaran de intimidación y amenazas—, lo
mínimo es preguntarse si desde Los Pinos se está orquestando una
estrategia para anular los comicios, echando mano de los mismos
argumentos lopezobradoristas de 2006 que tanto descalificaron: el
Ejecutivo metiendo las manos y la autoridad electoral coludida.
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