A
pesar de que en un primer momento no hay constancia de daños
personales, el temblor, cuyo epicentro está situado 26 kilómetros al
suroeste de la localidad mexicana de Guadalupe Victoria (unos 15.000
habitantes), se pudo notar en la ciudad de Tijuana y en Los Ángeles y
podría haber causado cuantiosos daños materiales en el estado de Baja
California.
Al temblor principal le han seguido algunas réplicas cerca de Guadalupe Victoria y de la cercana ciudad de Mexicali, de cerca de un millón de habitantes y situada junto a la frontera con Estados Unidos. "La tierra aún está temblando", afirmó Nadia Camacho, recepcionista de un hotel de Mexicali. "Estamos en alerta. No queda nadie dentro del hotel, todo el mundo ha salido", añadió.
En cuanto a Tijuana, una localidad situada a unos 135 kilómetros del epicentro del terremoto, algunos edificios sufrieron serios daños. Un testigo presencial contó a Reuters que el terremoto sacudió intensamente a unos coches en un aparcamiento de la ciudad, modificando sensiblemente su posición inicial, e hizo temblar el ordenador que tenía ante sí encima de una mesa.
El terremoto también se pudo notar en Los Ángeles, ya en territorio estadounidense, una urbe situada a más de 320 kilkómetros del epicentro del seísmo, y en otras ciudades de California.
"Estoy temblando como una hoja... el agua de la piscina se movía en todas direcciones", afirmó Jean Nelson, residente en la localidad de Indio, en California, situada a 190 kilómetros del epicentro.
"Aquí sólo se notó un leve balanceo", afirmó Nathalie Ruiz, que vive en un rascacielos de Los Ángeles. "No fue un temblor fuerte, pero por supuesto que tuve miedo", añadió.
Tras el temblor principal, registrado a las 15:40 hora local (0.40 hora peninsular española), se han registrado numerosas réplicas de hasta 5,1 grados en la zona fronteriza entre México y Estados Unidos.