Por: Alberto
Bello
No son imágenes frecuentes. Los
senadores Manlio Fabio Beltrones, Gustavo A.
Madero y Carlos Navarrete, coordinadores de las
bancadas del PRI, PAN y PRD, se comprometieron el 10 de
noviembre, con reflectores y plumas en mano, a que en 2010 negociarán una nueva
y verdadera reforma fiscal.
No fue en la Cumbre de Davos. Fue mucho más cerca, en México Cumbre de
Negocios, celebrada en Monterrey.
“Habrá que esperar a marzo, para ver qué pasa (con el compromiso)”, dice Miguel Alemán, político y empresario, presidente del consejo de la Cumbre, presidente de la línea aérea Interjet y ex gobernador de Veracruz, quien selló el pacto con un apretón de manos al estilo del futbol americano.
La Cumbre es ahora el principal evento empresarial del país. Ahí participan empresarios como Carlos Slim o Roberto González Barrera, así como el presidente Felipe Calderón. También asisten directores de multinacionales, intelectuales y secretarios de Estado, quienes comparten agendas con el desafío de encontrar respuestas a los retos de México.
Después de siete años, los organizadores de la Cumbre quieren llevarla a lo que Miguel Alemán llama “un escalón más alto”. Éste enviará a Los Pinos, a los legisladores y a la opinión pública el resultado de tres grupos de trabajo apartidistas que propondrán las prioridades para los temas que preocupan a los mexicanos: el bajo crecimiento, que limita el desarrollo del país; el fortalecimiento de la democracia, y la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono.
Los grupos de trabajo reunieron a empresarios mexicanos y extranjeros, centros de investigación, politólogos y científicos. “No hay línea, igual que en Davos”, dice Alemán.
Una idea ronda sobre todo el proyecto: urge reposicionar la marca México, que cae en los listados internacionales de competitividad (como el del Foro Económico Mundial, del lugar 48 de 2004 pasó al 60 en 2009), de inversión extranjera, de educación, seguridad o número de salidas de empresas a Bolsa. Los resultados económicos de 2009 –con una caída del PIB estimada en 6.8%, el mayor de la historia reciente– ha puesto retos adicionales.
Cómo volver a crecer
“Esto es el inicio de un proceso”, dice Luiz Ferezin, director general de Accenture México y coordinador del grupo de trabajo en crecimiento económico. El equipo, que se reunió periódicamente desde marzo de 2009, quiere acabar con la “era de bajo crecimiento” yendo más allá del debate de las reformas estructurales y fijando metas y medidas de rendición de cuentas.
El diagnóstico llama a la promoción de sectores clave de alto crecimiento, diversificar los mercados de exportación y desarrollar el corredor logístico Canadá-Colombia (véase tabla). Bajo tres principios: consistencia en el tiempo, enfoque sectorial y métricas comparables.
“Las iniciativas deben ser estables en el tiempo”, dice Ferezin. Como una empresa, México debe enfocarse en lo que hace muy bien, no querer hacerlo todo. “Necesitamos evaluar el resultado y comunicarlo a la gente”. Irlanda, Corea o Brasil, que definieron sus sectores estratégicos y sus políticas, se atuvieron a ellas durante décadas.
El gran reto es colocar la marca cerca de donde están hoy China, India o Brasil. México tiene buena imagen en turismo, en tamaño de mercado, en ubicación geográfica e infraestructura. “Éstas son sus ventajas perceptuales entre inversionistas extranjeros”, dice el consultor David Clifton. Los problemas son el déficit en educación y en capacidad laboral, así como en investigación y desarrollo. “Estamos siendo comparados con Brasil, India o China, y también con Colombia, Indonesia, Turquía, que tienen una imagen mejor”. El plan de acción no es una gran campaña de mercadotecnia global: “Hay que trabajar en estos factores en base a iniciativas y cambios reales, y luego comunicarlos al mundo”, señala Clifton.
Hacia una economía de energía limpia
México, país petrolero, se ha lanzado al mundo de las energías alternativas con entusiasmo singular: desde noviembre existe la Ley para el Aprovechamiento de las Fuentes Renovables de Energía (Lafre), proyectos de incentivos de más de 3,000 millones de pesos y fondos de investigación y desarrollo. Lo que falla, según el diagnóstico del grupo de trabajo de académicos y representantes de CFE o el consejo de Pemex, es que falta todo el aparato normativo: permisos y modelos de contratos, directivas de interconexión, normas oficiales.
Hay competencias compartidas hasta en tres organismos –secretarías de Energía, Medio Ambiente y Comisión Reguladora de Energía– para cada mecanismo, que no se resuelven por tres razones: “La complejidad de la materia, la complejidad institucional y la complejidad reglamentaria”, afirma Sergio Romero-Hernández, académico del ITAM y coordinador de la mesa de trabajo sobre el tema.
¿Energía nuclear? Sí, dice el informe. “Los principales obstáculos no son técnicos ni de seguridad”, señala Romero-Hernández. “Son la falta de discusión sobre el tema y la barrera de temor que genera en algunas partes de la sociedad”.
El grupo de política basó sus conclusiones en las encuestas que se hicieron entre los asistentes a la Cumbre de Negocios en octubre. Los temas centrales son el fortalecimiento de la democracia y la promoción del federalismo, junto con el fortalecimiento de la sociedad civil. En total, 14 propuestas que aspiran a darle la vuelta a un México que perdió el brillo. “Estas iniciativas son un primer paso”, afirma Miguel Alemán. “Habrá que darles seguimiento”.
“Habrá que esperar a marzo, para ver qué pasa (con el compromiso)”, dice Miguel Alemán, político y empresario, presidente del consejo de la Cumbre, presidente de la línea aérea Interjet y ex gobernador de Veracruz, quien selló el pacto con un apretón de manos al estilo del futbol americano.
La Cumbre es ahora el principal evento empresarial del país. Ahí participan empresarios como Carlos Slim o Roberto González Barrera, así como el presidente Felipe Calderón. También asisten directores de multinacionales, intelectuales y secretarios de Estado, quienes comparten agendas con el desafío de encontrar respuestas a los retos de México.
Después de siete años, los organizadores de la Cumbre quieren llevarla a lo que Miguel Alemán llama “un escalón más alto”. Éste enviará a Los Pinos, a los legisladores y a la opinión pública el resultado de tres grupos de trabajo apartidistas que propondrán las prioridades para los temas que preocupan a los mexicanos: el bajo crecimiento, que limita el desarrollo del país; el fortalecimiento de la democracia, y la transición hacia una economía baja en emisiones de carbono.
Los grupos de trabajo reunieron a empresarios mexicanos y extranjeros, centros de investigación, politólogos y científicos. “No hay línea, igual que en Davos”, dice Alemán.
Una idea ronda sobre todo el proyecto: urge reposicionar la marca México, que cae en los listados internacionales de competitividad (como el del Foro Económico Mundial, del lugar 48 de 2004 pasó al 60 en 2009), de inversión extranjera, de educación, seguridad o número de salidas de empresas a Bolsa. Los resultados económicos de 2009 –con una caída del PIB estimada en 6.8%, el mayor de la historia reciente– ha puesto retos adicionales.
Cómo volver a crecer
“Esto es el inicio de un proceso”, dice Luiz Ferezin, director general de Accenture México y coordinador del grupo de trabajo en crecimiento económico. El equipo, que se reunió periódicamente desde marzo de 2009, quiere acabar con la “era de bajo crecimiento” yendo más allá del debate de las reformas estructurales y fijando metas y medidas de rendición de cuentas.
El diagnóstico llama a la promoción de sectores clave de alto crecimiento, diversificar los mercados de exportación y desarrollar el corredor logístico Canadá-Colombia (véase tabla). Bajo tres principios: consistencia en el tiempo, enfoque sectorial y métricas comparables.
“Las iniciativas deben ser estables en el tiempo”, dice Ferezin. Como una empresa, México debe enfocarse en lo que hace muy bien, no querer hacerlo todo. “Necesitamos evaluar el resultado y comunicarlo a la gente”. Irlanda, Corea o Brasil, que definieron sus sectores estratégicos y sus políticas, se atuvieron a ellas durante décadas.
El gran reto es colocar la marca cerca de donde están hoy China, India o Brasil. México tiene buena imagen en turismo, en tamaño de mercado, en ubicación geográfica e infraestructura. “Éstas son sus ventajas perceptuales entre inversionistas extranjeros”, dice el consultor David Clifton. Los problemas son el déficit en educación y en capacidad laboral, así como en investigación y desarrollo. “Estamos siendo comparados con Brasil, India o China, y también con Colombia, Indonesia, Turquía, que tienen una imagen mejor”. El plan de acción no es una gran campaña de mercadotecnia global: “Hay que trabajar en estos factores en base a iniciativas y cambios reales, y luego comunicarlos al mundo”, señala Clifton.
Hacia una economía de energía limpia
México, país petrolero, se ha lanzado al mundo de las energías alternativas con entusiasmo singular: desde noviembre existe la Ley para el Aprovechamiento de las Fuentes Renovables de Energía (Lafre), proyectos de incentivos de más de 3,000 millones de pesos y fondos de investigación y desarrollo. Lo que falla, según el diagnóstico del grupo de trabajo de académicos y representantes de CFE o el consejo de Pemex, es que falta todo el aparato normativo: permisos y modelos de contratos, directivas de interconexión, normas oficiales.
Hay competencias compartidas hasta en tres organismos –secretarías de Energía, Medio Ambiente y Comisión Reguladora de Energía– para cada mecanismo, que no se resuelven por tres razones: “La complejidad de la materia, la complejidad institucional y la complejidad reglamentaria”, afirma Sergio Romero-Hernández, académico del ITAM y coordinador de la mesa de trabajo sobre el tema.
¿Energía nuclear? Sí, dice el informe. “Los principales obstáculos no son técnicos ni de seguridad”, señala Romero-Hernández. “Son la falta de discusión sobre el tema y la barrera de temor que genera en algunas partes de la sociedad”.
El grupo de política basó sus conclusiones en las encuestas que se hicieron entre los asistentes a la Cumbre de Negocios en octubre. Los temas centrales son el fortalecimiento de la democracia y la promoción del federalismo, junto con el fortalecimiento de la sociedad civil. En total, 14 propuestas que aspiran a darle la vuelta a un México que perdió el brillo. “Estas iniciativas son un primer paso”, afirma Miguel Alemán. “Habrá que darles seguimiento”.