Por: Jesusa Cervantes
MÉXICO, D.F. (apro).- Con el rechazo a la consulta popular, la reelección de diputados federales y locales, de senadores y alcaldes, así como del veto presidencial y la reconducción presupuestal, la Cámara de Diputados aprobó hoy en lo particular la reforma política.
Después de cinco días de discusión en el pleno, y a pesar de que en Comisiones Unidas de Gobernación y de Puntos Constitucionales se aceptó la propuesta de reforma política construida y avalada por el Senado de la República –enviada a la Cámara el pasado 30 de abril–, los diputados aprobaron una reforma calificada por el PRD y el PAN como “mocha”, pues las principales propuestas fueron rechazadas por el PRI.
Inicialmente, en la discusión de comisiones, los legisladores del PAN y el PRD aceptaron la consulta popular y la reelección de legisladores, en tanto que el PRI condicionó la reelección a una consulta popular.
Con este diferendo el dictamen subió al pleno de la Cámara; este viernes, luego de que el PRI aplicó su mayoría y rechazó la reelección, la PAN-PRD modificó su posición y rechazó, finalmente, la consulta popular.
Desde el principio los partidos del Trabajo y Movimiento Ciudadano criticaron que se hubiera avalado en comisiones la consulta popular, pues en la práctica se haría nugatorio este derecho ciudadano, ya que para poder implementarla se exigía reunir poco más de 900 mil firmas, lo cual, a su juicio, era “muy difícil” que se lograra, recriminaron los petistas Gerardo Fernández Noroña y Laura Itzel Castillo.
Por su parte el PRI, a través de Felipe Solís Acero, aclaró que su partido no estaba en contra de la reelección, por lo que propuso un transitorio para que fuera la ciudadanía, mediante una consulta popular, la que determinara si quería o no las reelecciones. Finalmente, este viernes la consulta fue desechada.
Lo que sí se aprobó como parte de la reforma política fue que a falta definitiva del presidente de la República el cargo sea ocupado por el secretario de Gobernación por un máximo 60 días; y que al celebrarse la elección nuevamente éste no pueda competir.
También se aprobó que el nuevo presidente rinda protesta únicamente, en caso de ser necesario, ante las mesas directivas de la Cámara de Diputados y del Senado o de la Comisión Permanente; en caso de no ser esto posible, se aprobó que la protesta la tome el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Con esto se evitaría un conflicto como el que enfrentó Felipe Calderón el día de su toma de protesta, pues diputados afines a Andrés Manuel López Obrador trataron de impedirle el paso.
Igualmente, se aprobaron las candidaturas independientes, por lo que a partir de las elecciones federales de 2015 los ciudadanos se podrán postular a cargos populares sin necesidad de estar respaldados por un partido político; sin embargo, no se estableció de qué manera podrían financiarse sus campañas electorales.
Otro punto que se aprobó fue la ratificación de nombramientos de órganos reguladores en telecomunicaciones, competencia y energía.
Ahora, el dictamen deberá remitirse al Senado para que éste avale los cambios que le hizo su colegisladora. En caso de que la Cámara alta modifique algún punto, palabra o concepto, la reforma no procederá y tendrá que mantenerse en el cajón por un año para que, al término de éste, sea presentada nuevamente ante el pleno senatorial.
MÉXICO, D.F. (apro).- Con el rechazo a la consulta popular, la reelección de diputados federales y locales, de senadores y alcaldes, así como del veto presidencial y la reconducción presupuestal, la Cámara de Diputados aprobó hoy en lo particular la reforma política.
Después de cinco días de discusión en el pleno, y a pesar de que en Comisiones Unidas de Gobernación y de Puntos Constitucionales se aceptó la propuesta de reforma política construida y avalada por el Senado de la República –enviada a la Cámara el pasado 30 de abril–, los diputados aprobaron una reforma calificada por el PRD y el PAN como “mocha”, pues las principales propuestas fueron rechazadas por el PRI.
Inicialmente, en la discusión de comisiones, los legisladores del PAN y el PRD aceptaron la consulta popular y la reelección de legisladores, en tanto que el PRI condicionó la reelección a una consulta popular.
Con este diferendo el dictamen subió al pleno de la Cámara; este viernes, luego de que el PRI aplicó su mayoría y rechazó la reelección, la PAN-PRD modificó su posición y rechazó, finalmente, la consulta popular.
Desde el principio los partidos del Trabajo y Movimiento Ciudadano criticaron que se hubiera avalado en comisiones la consulta popular, pues en la práctica se haría nugatorio este derecho ciudadano, ya que para poder implementarla se exigía reunir poco más de 900 mil firmas, lo cual, a su juicio, era “muy difícil” que se lograra, recriminaron los petistas Gerardo Fernández Noroña y Laura Itzel Castillo.
Por su parte el PRI, a través de Felipe Solís Acero, aclaró que su partido no estaba en contra de la reelección, por lo que propuso un transitorio para que fuera la ciudadanía, mediante una consulta popular, la que determinara si quería o no las reelecciones. Finalmente, este viernes la consulta fue desechada.
Lo que sí se aprobó como parte de la reforma política fue que a falta definitiva del presidente de la República el cargo sea ocupado por el secretario de Gobernación por un máximo 60 días; y que al celebrarse la elección nuevamente éste no pueda competir.
También se aprobó que el nuevo presidente rinda protesta únicamente, en caso de ser necesario, ante las mesas directivas de la Cámara de Diputados y del Senado o de la Comisión Permanente; en caso de no ser esto posible, se aprobó que la protesta la tome el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Con esto se evitaría un conflicto como el que enfrentó Felipe Calderón el día de su toma de protesta, pues diputados afines a Andrés Manuel López Obrador trataron de impedirle el paso.
Igualmente, se aprobaron las candidaturas independientes, por lo que a partir de las elecciones federales de 2015 los ciudadanos se podrán postular a cargos populares sin necesidad de estar respaldados por un partido político; sin embargo, no se estableció de qué manera podrían financiarse sus campañas electorales.
Otro punto que se aprobó fue la ratificación de nombramientos de órganos reguladores en telecomunicaciones, competencia y energía.
Ahora, el dictamen deberá remitirse al Senado para que éste avale los cambios que le hizo su colegisladora. En caso de que la Cámara alta modifique algún punto, palabra o concepto, la reforma no procederá y tendrá que mantenerse en el cajón por un año para que, al término de éste, sea presentada nuevamente ante el pleno senatorial.