Los legisladores pretenden poner un tope al aumento al precio de los combustibles; la secretaría argumenta que es imposible
A pesar de que las bancadas del PRD en la Cámara de Diputados y de Senadores insisten en reformar la Ley de Ingresos 2010 para que se pueda poner un tope máximo al precio de los combustibles, la Secretaría de Hacienda informó a San Lázaro que congelar o disminuir los precios implicaría mayor rezago en su costo.Y que esto perjudicaría las finanzas públicas federales, estatales y municipales.
No obstante que el PRD, PT y Convergencia, sus dirigencias y grupos parlamentarios presentaron una iniciativa de reforma para que el Congreso fije los precios máximos a los combustibles, y demandó al Ejecutivo reducir las tarifas para este año y establecer la Magna en 7.72 pesos por litro; la Premium en 9.18 pesos, y el diesel en 8.09 pesos.
El senador Carlos Navarrete presentó la propuesta ante el pleno de la Permanente y dijo que “es hora de que el Congreso se ponga del lado de los consumidores y obligue al Ejecutivo a detener alza en los precios de las gasolinas”.
Pero la Secretaría de Hacienda no afloja en el tema. A través del oficio 349-A-1253, suscrito por el jefe de la Unidad de Política de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, Juan Manuel Pérez Porrúa, se reconoce que para 2010 y 2011, la curva de futuros de los precios del diesel y las gasolinas del Nymex presenta una tendencia creciente.
Por lo que, aclara, que al disminuirlos se estaría dando una señal errónea a los consumidores. Precisa además que la política de precios de los bienes y servicios de la administración pública federal tiene como objetivo reflejar su costo de oportunidad para fomentar el saneamiento financiero e incrementar la eficiencia productiva de las empresas públicas.
'Entonces, cuando el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) del diesel es positivo, los aumentos de ese combustible en México no afectan a los usuarios formales, ya que el IEPS causado por Pemex en la enajenación del diesel es acreditable contra el ISR, ya sea propio o retenido a terceros.
'Si el IEPS es negativo, los consumidores mexicanos pagan un precio menor que el que erogan sus competidores estadunidenses en ese país'.
