CUBA Y MEXICO, NACIONES HERMANAS
A 50 años de luchas libertarias empieza a traslucirse el desbloqueo económico y social
Se avizora una nueva era de paz, desarrollo y vinculación hemisférica de los cubanos
Existen magníficas, respetuosas y solidarias relaciones, coinciden Calderón y Castro
Por Alfonso Fernández de Córdova M.
Si existen dos naciones hermanas en América y el Caribe, desde tiempos remotos, éstas son Cuba y México. Si estos pueblos se identifican por sus luchas a favor de la independencia, las libertades, la amistad y el acercamiento humano histórico, también figuran como ejemplo de fraternidad. Si en los avatares que sacudieron a los habitantes de la isla antillana cuando se inició el más ignominioso bloqueo económico de los Estados Unidos, hace cuarenta y siete años, y si hubo un apoyo moral y material, un puente marítimo y aéreo, que permitió sacudirse de la dictadura nefasta de Fulgencio Batista, ahí estuvieron y continúan los mexicanos en auxilio de sus hermanos cubanos.
Si en el sexenio foxista hubo traspiés que enturbiaron las relaciones entre los dos gobiernos, hay que decirlo, en ningún momento se deterioró la simpatía y la amistad mutua entre los dos pueblos, pues estos tienen lazos de unión indisolubles a través del arte, la música, el canto, el baile, las letras, la educación, la medicina, la política y la cultura en general.
Ahora, al cumplirse el Cincuentenario de la Revolución Cubana, el uno de enero de 2009, es de plácemes para ambas naciones porque convergen varios hechos de mucha significación: primero, las relaciones exteriores de Cuba con el mundo globalizado han sido exitosas y arrojan resultados positivos de un tiempo a la fecha; dos, México ocupa la presidencia pro tempore del Grupo de Río y propició el ingreso de la representación del gobierno cubano en dicho grupo, en la reunión de cancilleres sostenida el 13 de noviembre de 2008, en Zacatecas. Cabe citar que también tuvo un gesto parecido y congruente con su política exterior, para incluir a Cuba, en 1991, a las cumbres iberoamericanas que comenzaron en Guadalajara, y constituyeron en la época el único foro regional al que asistía la isla antillana.
Tres, el ingreso oficial de Cuba al Grupo de Río, marcó un parte aguas con su presencia del 15 al 18 de diciembre del 2008, en Salvador de Bahía, Brasil, al asistir a la primera conferencia cumbre de América Latina y el Caribe, sin la presencia de Estados Unidos ni España, donde como tema central y conclusión fue la declaración de 30 líderes de la región (con ausencia de Colombia, Perú y El Salvador), quienes acordaron unánimemente solicitar el fin del bloqueo económico estadounidense a Cuba. Hecho político regional sin precedentes y que sientan el más claro y viable enfoque de la diplomacia latinoamericana y caribeña ante el nuevo Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en quien hay mucha simpatía y esperanza. Los Jefes de Estado se mostraron optimistas y ofrecieron sus conductos para desempeñar un rol de mediadores para lograr el gran cambio en las relaciones Estados Unidos y Cuba.
El cuarto punto, importante también sin lugar a dudas, lo significó restañar las relaciones bilaterales México-Cuba, que en ningún momento se rompieron pese al retiro de sus embajadores, con motivo de la insolencia de Fox: “…comes y te vas”, situación que fue reconsiderada y corregida al asumir la Presidencia, el licenciado Felipe Calderón Hinojosa y el general Raúl Castro, en sus países y momentos respectivos. Resaltan los conceptos vertidos al respecto por ambos mandatarios en su primer encuentro oficial en la reciente Cumbre de Brasil. “Magníficas y solidarias relaciones”.
Desagraviar a quienes fueron incomodados por su antecesor y fortalecer en términos generales las relaciones de México con todos los países de América Latina y el Caribe es premisa del gobierno del Presidente Calderón, desde su toma de posesión en diciembre de 2006. Ha sido congruente y fue más allá al fomentar el acercamiento con otros países de Europa y Asia, a los que ya visitó con un buen propósito económico, comercial y de inversiones, pues atraer capitales es tan importante como acompañarlos con el intercambio de tecnología y productos manufacturados de gran demanda.
Raúl Castro afirmó que “al ingresar Cuba al Grupo de Río se ha consolidado nuestra presencia en los principales esquemas integracionistas del área, pues el GR es el mayor foro de concertación de la región, donde los cubanos tratan de establecer todas las relaciones posibles por encima de ideologías”. Y agradeció a México los esfuerzos realizados para posibilitar el ingreso de su país al Grupo de Río.
El saludo y abrazo de Castro y Calderón, en la Cumbre de Brasil, selló políticamente los lazos de amistad y afecto que siempre han caracterizado a dichas naciones, y lo único que dejaron trascender de sus conversaciones personales al revisar las relaciones bilaterales fue que se reunirán en uno y otro país en el 2009, por lo que los cancilleres de Cuba y México trabajan intensamente en los borradores de las agendas de trabajo. Las fotos de mayor impacto político fueron la que se tomaron con Hugo Chávez, Presidente de Venezuela, país con el que también quedaron superadas las diferencias derivadas de otro gobierno, y la que captó a todos los presidentes y primeros ministros de América Latina y el Caribe que signaron el acuerdo de gestión para que termine el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba, que recorrió todo el orbe.
Cuba actual es muy distinta a la que prevaleció en la década de los noventa. Ahora está involucrada en el concierto de las naciones iberoamericanas y poco a poco se acerca al mundo de la electrónica y la informática. Con gran visión de su líder moral máximo, Fidel Castro, aceptó y tiene importante inversión extranjera y se apresta a obtener más remesas del exterior en dólares, por sus exportaciones de bienes y servicios, principalmente de profesionales de la medicina, la educación, la danza y el deporte, así como de los exiliados en el sureste de Estados Unidos. La cuestión ideológica ya no es obstáculo en las transacciones comerciales y en los intercambios culturales.
Hay aún controles y los debe de haber, por seguridad propia, pero su apertura con el mundo exterior le hace respirar nuevas formas de vida para sus habitantes. Cincuenta años de limitaciones dejaron profundas huellas que llevará tiempo borrar. Hay que entender esto y no dejarse llevar por las pasiones. Tres embates de huracanes en octubre y noviembre de 2008 dejaron muy lastimada económica y materialmente a la isla, pero eso es obra de la naturaleza y el espíritu de los cubanos no decayó porque es indómito. Duele más la acción de los hombres perversos.
Una nueva era de paz, desarrollo y vinculación hemisférica se abre para Cuba y México en el 2009. La liberación de Cuba del bloqueo económico y social impuesto por el imperio será el deseo de cambio más ferviente en el año nuevo y, tal vez, una de las más importantes conmemoraciones en la víspera del Bicentenario de la Independencia de México y de una veintena de naciones de América Latina. ¡Enhorabuena!
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